¿Cómo pintar teniendo en cuenta la seguridad?
Una de las formas para asegurar la integridad de los pintores o de aquellas personas que optan por pintar sus casas es la seguridad en los botes de pinturas y barnices, por ello hoy día existe restricción en la comercialización de pinturas destinadas para el pintado de vehículos y la decoración del hogar, lo cual está establecido en el Real Decreto 227/2006, que acentúan aquellos productos que en su composición hacen uso de disolventes orgánicos que originan altas emisiones de COV y que aumentan a la vez la contaminación atmosférica.
Entre los productos que acentúa este decreto se encuentran los recubrimientos que se aplican en techos y paredes del interior de los inmuebles, los lasures y barnices de la carpintería, los aislantes, imprimaciones con propiedades de sellado, los efectos decorativos, los recubrimientos de altas prestaciones, etc. Los productos a comprar por parte de la persona deben de tener una etiqueta que indique el contenido de COV que posee, así como también la subcategoría del producto y el contenido máximo de COV.
Para garantizar la durabilidad de las brochas y de los pinceles una vez utilizados, se deben de limpiar y guardarse completamente secos.
Las almohadillas, las brochas, los pinceles y rodillos son utensilios que se pueden utilizar muchas veces en el proceso de pintado, solo si se le dan los cuidados necesarios una vez utilizados. La limpieza de las brochas y demás utensilios que se utilicen al pintar es fundamental si en un futuro la persona se plantea volver a utilizarlos.
Los pinceles y las brochas tienden a mejorar según el pasar de los años, llegando a ofrecer un acabado mucho más elegante y fino, por ello cada vez que sean utilizados se deben de guardar sin ningún rastro de pintura u otros productos químicos. Una de la forma más recomendada de eliminar los esmaltes de los rodillos y de las brochas es sumergiéndolos en trementina, aguarrás o parafina.
En caso de haber pintado con pinturas plásticas, la limpieza se debe de realizar con agua o con disolventes especiales como son los diluyentes. Se aconseja para una mayor limpieza lavarlos con detergentes domésticos para así eliminar por completo cualquier resto de pintura depositada en ellos.